Este verano, Ana, Wünderbar, peleó, como lo que siempre ha sido, como una luchadora, contra un tumor que parecía benigno y acabo no siéndolo. Sus amigos intentamos pelear a su lado… pero estas peleas se libran en soledad.
Sientes el calor de quien te quiere mientras ofreces resistencia, pero no hay más golpes que los tuyos y no hay mas dolor que el tuyo… Intentamos estar a su lado, estuvimos a su lado, hicimos lo que pudimos… pero fue desde fuera.
Al final Ana se vio superada por un enemigo formidable, incansable, tenaz, persistente… a la postre invencible.
Podemos decir lo que queramos, llorar de mil maneras, escribir lo que fue, significo y aportó… Pero Ana ya no volverá a estar entre nosotros.
Solo nos queda, como dice la canción:
«Marineros del destierro:
No dejéis de navegar.
Por los que se fueron pero están.«
[…] verano, desgraciadamente, alguien querido perdió su pelea con un tumor que, de entrada, era benigno. Pero la ubicación dificultaba tanto el […]
[…] verano, desgraciadamente, alguien querido perdió su pelea con un tumor que, de entrada, era benigno. Pero la ubicación dificultaba tanto el […]