Una tremenda (y feliz) casualidad hizo que Saray y yo nos cruzáramos. Entendió, de inmediato, lo que pretendo con este proyecto y dio cuerpo a una emociones fascinantes.
A veces siento que no me merezco la suerte que tengo con las modelos que se implican en mis proyectos… Saray, como ella sabe que pienso, es el tesoro que encontré buscando una modelo.
Espero que disfrutéis de su trabajo tanto como yo.
Muchas gracias por vuestro tiempo.